ACTUALIDAD - Nodo Género y Políticas de Equidad

lunes, 30 de noviembre de 2009

Violencia de Género: 40% de las mujeres de América Latina y El Caribe es víctima de violencia

Fuente: CEPAL

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó el informe "¡Ni una más! Del dicho al hecho: ¿Cuanto falta por recorrer?", sobre la violencia contra la mujer. El estudio denuncia que en la región existen serias deficiencias en la aplicación de las normas internacionales que buscan proteger a la mujer, así como en la provisión de recursos, servicios y en el acceso a la justicia por parte de las víctimas.

ANTECEDENTES

La violencia contra la mujer
es el crimen encubierto más numeroso del mundo

Todos los días y en todas partes las mujeres son asesinadas en crímenes ligados a la sexualidad y por el solo hecho de ser mujeres. En los últimos años los movimientos de mujeres de distintos países vienen denunciando los feminicidios (1), un concepto que pretende dar cuenta de su especificidad, del hecho de ser crímenes sexistas. "Al igual que el concepto de violencia hacia las mujeres, se trata de un concepto acuñado como resultado de nuevos enfoques, de una nueva comprensión de prácticas que no resultan nuevas. Mientras que el concepto de violencia sexista tiene ya varias décadas, el de feminicidio es más reciente: cuestiona los argumentos que tienden a disculpar y a representar a los agresores como 'locos' o a concebir estas muertes como 'crímenes pasionales', o bien, a atenuar su importancia en el caso de situaciones de conflicto o guerra, como si estos contextos justificasen por sí solos la transgresión a las más elementales normas sociales." (Silvia Chejter, "Femicidios e impunidad", 2005)

La violencia contra las mujeres está reconocida como una violación de los derechos humanos en muchos acuerdos y tratados internacionales, regionales, y compromisos nacionales, que deberían servir como herramientas y garantías reales para trabajar hacia la prevención de estos crímenes. Como ejemplo basta señalar la Convención sobre la Eliminación de todas formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW en inglés) y el Protocolo Opcional, 1979/1999, que llama a los Estados a llevar una "política de eliminación de la violencia contra las mujeres" y habilita a las mujeres a nivel nacional a reclamar y hacer que sus reclamos se tengan en cuenta; la Declaración de Naciones Unidas (ONU) sobre la Eliminación de la Violencia contra las mujeres, 1993; el capítulo dedicado a la violencia contra las mujeres en la Plataforma de la Conferencia Mundial de la ONU sobre la Mujer, Beijing 1995; el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional (ICC), 1998, incluye a la violencia sexual -la violación, la esclavitud sexual, la prostitución forzada y los embarazos forzados- en la definición de crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra; en la revisión de Beijing (Beijing +5) se llama a la criminalización de la violencia contra las mujeres y a contar con medidas para terminar con la violencia contra las mujeres por motivos de raza y se incluyeron por primera vez los crímenes de honor; la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, 2000 plantea "combatir todas formas de violencia contra la mujer", así como el apoyo de algunas de las convenciones mencionadas anteriormente.

Sin embargo, a varios años de firmados esos acuerdos, crímenes como los exterminios masivos de mujeres, las violaciones, abusos y acosos sexuales, la violencia doméstica, la trata de mujeres y niñas, la prostitución forzada, la esclavitud sexual, la violencia en situaciones de conflicto armado, el embarazo forzado, el infanticidio femenino y la selección prenatal del sexo del feto a favor de bebés varones, los asesinatos por cuestiones de honor, la violencia por causas de dote, la mutilación genital femenina y otras prácticas y abusos, siguen siendo practicados con impunidad.

Analizando los avances logrados en la legislación internacional y por las campañas y activismo de las organizaciones de mujeres, éstos han conseguido dar visibilidad a la desigualdad existente entre los géneros y las estructuras de opresión que la perpetúan. Se ha logrado el reconocimiento oficial de la violencia sufrida por las mujeres considerándola una violación de sus derechos humanos junto con el compromiso de los gobiernos de condenarla. Pero, la implementación de estos compromisos queda en manos de la voluntad de los Estados. Ahí es donde muchas veces saltan a la vista las limitaciones de estos logros internacionales, que chocan con la falta de voluntad política para prevenir, investigar y sancionar estos crímenes.

Hay algunos casos paradigmáticos: desde 1993 hasta enero de 2006, más de 430 mujeres han sido asesinadas y más de 600 están desaparecidas (presumiblemente asesinadas también) en Ciudad Juárez, México, en un escenario donde se concentran la industrialización fronteriza de las maquilas, la marginación, inmigración, machismo exacerbado, narcotráfico, prostitución, impunidad y corrupción política y policial. En Guatemala, al igual que en Ciudad Juárez, cerca de dos mil mujeres fueron asesinadas entre 2001 y 2005. Las mayores víctimas tienen entre 12 y 25 años y viven en las regiones más pobres del país. Los métodos varían desde la utilización de armas de fuego, e incluyen torturas, violación y posterior asesinato. Junto al incremento de estos crímenes existe también un aumento de amenazas y hostigamiento hacia las distintas organizaciones que asumen la denuncia pública de las masacres.

A estos alarmantes hechos recientes hay que sumar los feminicidios en las guerras, en muchas ocasiones asociados a violaciones masivas, como los ocurridos en la ex Yugoslavia, Rwanda, República Democrática del Congo, por citar sólo algunas situaciones de las últimas décadas. Actualmente estos crímenes aparecen sancionados severamente en el Estatuto de la Corte Penal Internacional.

La violencia contra la mujer, tal como se manifiesta en estos casos, no sólo constituye una forma de discriminación sino que comporta violaciones al derecho a la vida, a la integridad física, libertad, seguridad y protección judicial consagrados en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, entre otras. Estas normas internacionales reafirman la obligación del Estado de esclarecer la verdad, hacer justicia y proporcionar reparación a las víctimas, aun cuando sus derechos han sido violados por particulares.

”El tema de la violencia contra las mujeres sigue marcado por dos aspectos importantes: el tema de la impunidad y el de la implementación de los mecanismos, que en última instancia deberían ser parte de una nueva visión que incorpore, junto al marco de los derechos humanos, las conexiones con los temas y las organizaciones que trabajan por la paz, la justicia económica y la seguridad”.

“El estatus de las mujeres de todas las regiones y las diversas violaciones a sus derechos humanos que antes estaban ocultas y silenciadas han salido a la luz, ligando los movimientos locales a un movimiento de mujeres global que sigue creciendo. Es momento de cerrar el ciclo de la victimización para abrir el del empoderamiento y permitir que las mujeres se sientan sujetas de derechos capaces de enfrentar un sistema de justicia altamente sexista, racista, clasista y homófobo. ("Humanidades, derechos y violencia de género", Ana Elena Obando)

Si bien bajo la palabra feminicidios se pueden reunir las diferentes formas y situaciones donde las mujeres son asesinadas por el hecho de ser mujeres, en este informe realizamos cierta categorización con el objetivo de facilitar la organización del mismo.

(1) Femicidio o feminicidio se refiere al asesinato masivo de mujeres, representa una escala de la violencia de género o maltrato de mujeres. Está relacionado con el término genericidio creado por Mary Anne Warren en 1985 en su libro "Gendercide: The Implications of Sex Selection" (Genericidio: las implicaciones de la selección por sexos). Actualmente es parte del bagaje teórico feminista. Sus sintetizadoras son Diana Russell y Jill Radford: "Femicide. The politics of woman killing.. La Doctora Lagarde tradujo femicide como feminicidio y así se ha difundido. En castellano femicidio es una voz homóloga a homicidio y sólo significa asesinato de mujeres. Para diferenciarlo se eligió la voz feminicidio y denominar así al conjunto de hechos de lesa humanidad que contienen los crímenes y las desapariciones de mujeres. Fuente: AWID


viernes, 13 de noviembre de 2009

Dos investigaciones sobre violencia familiar

12.11.2009

'Violencia familiar. Aportes para la discusión de políticas públicas y acceso a la justicia' acaba de ser lanzado por el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género. Presenta los resultados de una encuesta sobre percepciones y actitudes de las mujeres acerca de la violencia familiar y una investigación cualitativa sobre las dificultades que las mujeres tienen para denunciar la violencia. Ofrecemos un adelanto.

Este capítulo presenta parte de los resultados obtenidos por un estudio realizado en el año 2006 que se propuso brindar –en la medida de las posibilidades que permitían sus restricciones- una caracterización de la situación, actitudes y percepciones de las mujeres residentes en los principales centros urbanos argentinos acerca de distintos aspectos de sus condiciones de vida: integración familiar; situación laboral y ámbito de trabajo hogareño; participación política y social; conciencia de género; salud sexual y reproductiva y violencia familiar.
(…)
El estudio se basa en los datos obtenidos mediante una encuesta aplicada entre el 7 de marzo y el 18 de abril de 2006 sobre una muestra de 1.600 mujeres de entre 18 y 69 años de edad, residentes en los tres principales aglomerados urbanos de la Argentina: área Metropolitana, Gran Córdoba y Gran Rosario.
(...)

1. La importancia de la violencia familiar en la Argentina

La enorme mayoría de las entrevistadas cree que la violencia de algún miembro de la familia sobre otro es un problema que se da con frecuencia en la Argentina. Solamente respecto de la violencia ejercida por la mujer sobre su pareja, predomina la impresión de que se trata de una situación poco frecuente.
La forma de violencia que la mayoría de las entrevistadas considera muy frecuente es la que ejerce el marido sobre la mujer. Algo menos de la mitad de las entrevistadas opina que es muy frecuente también la violencia del padre sobre los hijos y la de jóvenes o adultos sobre los ancianos de la familia.
Si bien hay menor grado de consenso respecto de la violencia ejercida por la madre sobre los hijos, no deja de ser notable que la mayoría de las mujeres lo considere un fenómeno frecuente, y una cuarta parte de ellas, muy frecuente.
Respecto de las cinco situaciones planteadas es más habitual en Córdoba que en las demás ciudades que la entrevistada conteste no saber el nivel de frecuencia con que se presentan las distintas formas de violencia.
La percepción de que cada una de estas formas de violencia es un fenómeno muy frecuente en el país está significativamente más extendido cuanto menor es el nivel de educación formal completado por las entrevistadas. Por lo demás, las diferencias que se observan más a menudo se establecen entre la proporción que contesta que se trata de un fenómeno muy frecuente en la Argentina y la que responde simplemente frecuente.

1.1. Violencia del marido o pareja sobre la mujer

Un análisis según el lugar de residencia de la mujer entrevistada muestra que la violencia del marido o pareja sobre la mujer se considera muy frecuente más a menudo en Rosario (70%) que en Gran Buenos Aires (62%). Esa consideración está menos extendida en Córdoba (45%), debido a que el 18% responde no saber.
También consideran que la violencia ejercida por el marido o pareja sobre la mujer es muy frecuente en mayor proporción:
· las mujeres con hijos chicos, que viven sin pareja (71%), en relación a las que tienen otras situaciones familiares
· las mujeres de menor instrucción (67%) respecto de las de educación media (60%) y alta (52%)
En forma similar al caso anterior, las mujeres que responden que la violencia del padre sobre los hijos es muy frecuente son en mayor proporción las mujeres con hijos chicos que viven sin pareja (respecto de las mujeres en otras situaciones familiares) y las mujeres de menor instrucción (respecto de las mujeres con educación media y alta). A estos sub-grupos se agregan:
· las mujeres que no viven en pareja y viven con hijos de 14 o más años (53%)
· las que tienen entre 30 y 39 años de edad, respecto de las más jóvenes o las mayores (50%).

1.3. Violencia de jóvenes o adultos sobre ancianos de la familia

No hay diferencias importantes en las respuestas de las mujeres residentes en las distintas ciudades, excepto las derivadas de que en Córdoba la tercera parte de las entrevistadas responde no saber.
Sin embargo, se identifica una mayor proporción de mujeres que responde que la violencia de jóvenes o adultos sobre los ancianos de la familia es muy frecuente entre:
· mujeres con pareja e hijos de 14 y más años (53%)
· mujeres sin pareja e hijos chicos (55%)
· mujeres de menor instrucción (55%)
· mujeres de 50 años y más (52%).
La percepción de la violencia contra los ancianos de la familia como un fenómeno poco frecuente en la Argentina está levemente más extendida a menor edad de la mujer entrevistada.

1.4. Violencia de la madre sobre los hijos

Entre las mujeres que respondieron que la violencia de la madre sobre los hijos es muy frecuente, se registra una proporción levemente mayor entre:
· mujeres sin pareja e hijos de 14 y más años (35%)
· mujeres de menos educación (30%).
Se observan diferencias en la proporción en que los diferentes subgrupos de mujeres contestan que la violencia de la madre sobre los hijos es poco frecuente. Esta consideración está más extendida entre:
· mujeres sin pareja ni hijos (45%)
· mujeres que no trabajan ni trabajaron antes (41%)
· mujeres menores de 30 años (42%)
Estas variables, por otra parte, se encuentran correlacionadas entre sí.

1.5. Violencia de la mujer sobre su marido o pareja

Las mujeres entrevistadas que consideran que violencia de la mujer sobre su marido o pareja es muy frecuente son minoría en todos los subgrupos analizados. Esa minoría es levemente mayor entre:
· mujeres con pareja y sin hijos (15%)
· mujeres sin pareja, con hijos de 14 años y más (15%)
· las mujeres de menor educación (13%)
· las mayores de 60 años (15%).
La mayoría de las mujeres entrevistadas que considera que se trata de una situación poco frecuente, es mayor entre las más jóvenes (65%) y es menor, en cambio:
· en Córdoba (41% vs. 61% y 60% en GBA y en Rosario respectivamente), por la gran proporción que responde no saber (38% en este caso)
· entre mujeres con hijos de 14 años y más, vivan o no en pareja (51% y 53%, vs. 59% o más entre quienes tienen otras situaciones familiares)
· entre las mayores de 60 años (48%).
(...)

Imagen tomada de: http://desafiosycompromisos.blogspot.com/2009/08/el-22-se-realizara-una-jornada-de.html

Fuente: Artemisa Noticias

La presión estética contra mujeres es ilegal e ilegítima

Establecimientos de belleza encubiertos funcionan sin regulación sanitaria
México DF, Viernes 13 de noviembre de 2009, por Laura Viadas


México, D.F., 13 nov. 09 (AmecoPress/CIMAC.- La investigación iniciada a partir de un mal tratamiento estético aplicado a la cantante Alejandra Guzmán puso al descubierto el fructífero "mercado negro" de producción y venta de medicamentos para tratamientos de belleza, en su mayoría apócrifos.

Esto quedó demostrado tras el aseguramiento realizado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) en un laboratorio clandestino donde, violentando las normas sanitarias, se fabricaban imitaciones de los medicamentos más populares en tratamientos estéticos.

El polimetilmetacrilato es un biopolímero alemán, distribuido principalmente bajo la marca "Biomet", que forma una resina diseñada originalmente para adherir prótesis óseas, piezas dentales, y para el área de la construcción y los cosméticos.

Hace aproximadamente cinco años, este biopolímero comenzó a utilizarse para tratamientos estéticos, principalmente para moldear glúteos, senos, labios y nariz con la "promesa" de dar resultados inmediatos sin necesidad de cirugías ni de tratamiento hospitalario.

Lo que resulta verdaderamente un escándalo es que, por tratarse de una cantante popular, ahora sí se preste atención a una presión a la cual estamos sometidas todas las mujeres: ser bellas tiene un precio y, si no se puede pagar el más alto –el que parece asegurar la vida-, no importa si se trata de uno más barato, aunque implique riesgos.

Contra lo que hoy los medios y las autoridades informan sobre “clínicas clandestinas” que pasan como “centros de belleza integral”, lo que está detrás de tales establecimientos es el negocio de mercenarios que han logrado explotar la mina de oro estética sea por vanidad, por inseguridad o por el simple hecho de que pareciera estar de moda pretender cuerpos de diosas perfectas.

Evidentemente es ilegal permitir que operen estas clínicas de embellecimiento sin ningún tipo de regulación sanitaria; ilegal y sospechoso, pues alguien tuvo que extender esos permisos. Pero también es cruelmente ilegítimo en la parte social, ya que las promesas de idílica belleza no se cumplen y dejan a miles de mujeres sumidas en la frustración.

Nombres de productos que se utilizan hay muchos; por ahora el más famoso es el pirata del "Biomet", que se comercializa y aplica a pacientes tal como ocurrió en las clínicas de belleza de Valentina de Albornoz, lo que viola la Ley General de Salud.

El fiscal a cargo del caso indicó la promoción ilegal de medicamentos se lleva a cabo principalmente mediante páginas de internet, aprovechando la pobre regulación que existe en materia de comercio, con ofertas para adquirir los productos a mil 950 pesos la pieza.

Tras años de un mercado dudoso, ahora los funcionarios llaman al "sentido común" de las personas para que no se dejen engañar ni adquieran medicamentos de ese tipo.

Pero no sólo se venden en la red: en prácticamente cualquier colonia basta caminar cuatro cuadras para que las mujeres encuentren algún anuncio que augura perfección para nuestros cuerpos, sea empleando productos que usan extractos mágicos o visitando médicos recién egresados, opciones para quienes menos tienen y para aquéllas que irremediablemente intentan ser eternamente deseables sin importar el sacrificio.

Ahí esta otra investigación pendiente: la de los mágicos tratamientos que se ingieren y la de los médicos pasantes que pretenden ser los próximos Midas de la presión social contra las mujeres.

Fuente: AmecoPress/CIMAC

jueves, 12 de noviembre de 2009

Salud de la mujer

DATOS PRINCIPALES

- Por término medio, las mujeres viven de seis a ocho años más que los hombres.
- En 2007, la esperanza de vida al nacer de las mujeres era de más de 80 años en 35 países, pero tan sólo de 54 años en la Región de África.
- Las niñas tienen muchas más probabilidades que los niños de padecer abusos sexuales.
- En los países de ingresos medio-altos, los traumatismos por accidentes de tránsito son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes.
- El 99% del medio millón de muertes maternas que se registran cada año se produce en países en desarrollo.
- El cáncer de mama es el tipo de cáncer más mortífero entre las mujeres de 20 a 59 años en los países de ingresos altos.
- A nivel mundial, las enfermedades cardiovasculares, a menudo consideradas un problema "masculino", son la principal causa de mortalidad entre las mujeres.

Lactantes y niños (0 a 9 años)

Tanto las tasas de mortalidad como las causas de mortalidad son similares para los niños y para las niñas durante la infancia y la adolescencia. Los partos prematuros, la asfixia neonatal y las infecciones son las principales causas de mortalidad durante el primer mes de vida, que es cuando las tasas de mortalidad son más elevadas.
La neumonía, la diarrea y el paludismo son las principales causas de mortalidad en los cinco primeros años de vida, y a ellas contribuye de forma importante la malnutrición.

A nivel mundial, las niñas menores de cinco años tienen más probabilidades de padecer sobrepeso que los niños, factor que -junto a la obesidad- puede dar lugar a la aparición de enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del aparato locomotor y algunos tipos de cáncer en etapas posteriores de la vida.

Las niñas tienen muchas más probabilidades que los niños de sufrir violencia sexual (cualquier tipo de abuso sexual: un 8,7% de niños frente a un 25,3% de niñas a nivel mundial).

Adolescentes (10 a19 años)

Traumatismos involuntarios: Los traumatismos provocados por accidentes de tránsito son la principal causa de mortalidad entre las adolescentes (10 a 19 años) en los países de ingresos medio-altos.

Salud mental: Los suicidios y los trastornos mentales contribuyen en gran medida a la carga de morbilidad y mortalidad en todas las regiones.

VIH/SIDA: La incidencia de la infección por VIH es alta en casi todos los países con una epidemia generalizada de VIH. Las adolescentes están expuestas a tener relaciones sexuales poco seguras, y a menudo no deseadas o forzadas, que pueden hacer que contraigan el VIH/SIDA y otras enfermedades de transmisión sexual y dar lugar a embarazos no deseados y abortos peligrosos.

Embarazos de adolescentes: Las complicaciones del embarazo son una importante causa de mortalidad entre las jóvenes de 15 a 19 años de los países en desarrollo; los abortos peligrosos -practicados por personas no preparadas en condiciones de falta de higiene- contribuyen en gran medida a esas muertes.

Abuso de sustancias: Las adolescentes consumen cada vez más tabaco y alcohol, lo que puede poner en peligro su salud, sobre todo en una etapa posterior de su vida, al igual que la mala alimentación y la falta de ejercicio físico. Se ha comprobado que la publicidad del tabaco se orienta cada vez más al sexo femenino.

Mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años) y mujeres adultas (20 a 59 años)

VIH/SIDA: Para las mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años), el VIH/SIDA es la principal causa de mortalidad y morbilidad en el mundo entero, mientras que las relaciones sexuales no seguras constituyen el mayor factor de riesgo en los países en desarrollo. Los factores biológicos, la falta de acceso a información y servicios de salud, la vulnerabilidad económica y la relación de poder desigual en las relaciones sexuales exponen especialmente a las mujeres jóvenes al riesgo de contraer la infección por VIH.

Salud materna: Todos los años, el 99% de los cerca de medio millón de muertes maternas registradas se producen en países en desarrollo. Pese al incremento del uso de anticonceptivos en los últimos 30 años, siguen siendo muchas las necesidades sin atender en todas las regiones. Por ejemplo, en el África subsahariana, una de cada cuatro mujeres que desea espaciar sus embarazos o dejar de tener hijos no utiliza ningún método de planificación familiar.

Tuberculosis: La tuberculosis está a menudo relacionada con la infección por VIH y es la tercera causa más importante de mortalidad entre las mujeres en edad reproductiva (15 a 44 años) de los países de ingresos bajos y a nivel mundial. Asimismo, se sitúa en el quinto lugar a nivel mundial entre las mujeres de 20 a 59 años.

Traumatismos: Los traumatismos provocados por accidentes de tránsito figuran entre las 10 causas principales de mortalidad de las mujeres adultas (20 a 59 años) a nivel mundial. Además, en la Región de Asia Sudoriental, las quemaduras son una de las mayores causas de mortalidad entre las mujeres de 15 a 44 años. Las mujeres sufren lesiones y mueren por causas relacionadas con el fuego en mucha mayor medida que los hombres. Numerosas muertes se deben a accidentes ocurridos en la cocina y muchas son resultado de casos de violencia por parte de la pareja y violencia en el hogar.

Cáncer del cuello uterino: El cáncer del cuello uterino es el segundo tipo de cáncer más frecuente en la mujer, y prácticamente todos los casos están relacionados con la infección genital por papilomavirus humanos (PVH). Cerca de un 80% de los casos y una proporción aún mayor de las muertes por esta causa se registran hoy en países de bajos ingresos, donde prácticamente no hay acceso a la detección y tratamiento de esta enfermedad.

Violencia: La violencia contra la mujer está generalizada en todo el mundo. Las mujeres que han sido víctimas de abusos físicos o sexuales presentan tasas más elevadas de enfermedad mental, embarazo no deseado y aborto, tanto espontáneo como inducido, que las que no han sufrido esos abusos. La mayoría de las agresiones contra las mujeres son cometidas por varones con los que tienen una relación íntima. En muchos conflictos se utiliza también cada vez más la violencia sexual como táctica de guerra.

Depresión y suicidio: Las mujeres son más propensas que los hombres a la depresión y la ansiedad. Unos 73 millones de mujeres adultas sufren cada año en todo el mundo un episodio de depresión mayor. Se calcula que los trastornos mentales, entre otros la depresión, afectan aproximadamente a un 13% de las mujeres en el año siguiente al parto. El suicidio es la séptima causa de muerte entre las mujeres de 20 a 59 años.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC): El consumo de tabaco y el uso de combustibles sólidos para cocinar y calentarse son los principales factores de riesgo de EPOC en la mujer. Las mujeres son quienes suelen cocinar, por lo que su carga de EPOC causada por exposición al humo en interiores es un 50% más elevada que en los hombres.

Mujeres de edad avanzada (60 años o más)

Las mujeres tienden a vivir más que los hombres, por lo que representan una proporción cada vez mayor de la población anciana. A nivel mundial, en 2007 el 55% de los adultos de 60 años o más eran mujeres, y entre los de 70 años o más la cifra correspondiente era del 58%. Las enfermedades crónicas, en especial las cardiovasculares y la EPOC, son la causa del 45% de las muertes de mujeres de 60 años o más. Otro 15% de esas muertes se debe al cáncer, sobre todo de mama, pulmón y colon. La mayoría de los problemas de salud de las mujeres de edad avanzada están relacionados con factores de riesgo que aparecen en la adolescencia y la edad adulta, como el consumo de tabaco, el sedentarismo y las dietas malsanas. Otros problemas de salud debilitantes de las mujeres de edad avanzada son la pérdida de visión (en particular por cataratas) y audición, la artritis, la depresión y la demencia.

Enfermedades cardiovasculares: infartos de miocardio y accidentes vasculares cerebrales: A escala mundial, las enfermedades cardiovasculares (principalmente los infartos de miocardio, la cardiopatía isquémica y los accidentes vasculares cerebrales), a menudo consideradas un problema "masculino", son la principal causa de muerte de las mujeres de edad avanzada. Los síntomas de las mujeres y los hombres suelen ser distintos, lo que contribuye a que algunos casos femeninos de cardiopatía pasen inadvertidos. Las mujeres también tienden a presentar cardiopatías más tardíamente que los hombres. El tabaco está relacionado con cerca de un 10% de los casos de enfermedad cardiovascular en la mujer.

Cáncer de mama, pulmón y colon: Estos tres tipos de cáncer se encuentran entre las diez causas de muerte más frecuentes en las mujeres de edad avanzada de todo el mundo. La incidencia (nuevos casos) de cáncer de mama es mucho mayor en los países de ingresos altos que en los de ingresos bajos o medios, pero la mortalidad es similar. Esto se debe a la disponibilidad de mejores tratamientos en los países de ingresos altos. Por otra parte, tanto la incidencia como la mortalidad del cáncer de pulmón y colon son mayores en los países de ingresos altos. A escala mundial, el 71% de las muertes por cáncer de pulmón se debe al consumo de tabaco.

Las 10 causas principales de defunción entre las mujeres por grupos de ingresos(2004)



















Fuente: Organización Mundial de la Salud (OMS)

La OMS exhorta a actuar más allá del sector sanitario para mejorar la salud de las mujeres y las niñas

Pese a los progresos realizados, las sociedades siguen fallando a la mujer en momentos clave de su vida

9 DE NOVIEMBRE DE 2009 GINEBRA -- Aun cuando se han realizado considerables progresos en los últimos decenios, las sociedades no atienden aún a las necesidades sanitarias de las mujeres en momentos clave de su vida, particularmente en los años de la adolescencia y la vejez, según se indica en un informe de la OMS.

En el lanzamiento del informe, titulado Las mujeres y la salud: los datos de hoy, la agenda de mañana, la Directora General de la OMS, Dra. Margaret Chan, pidió una acción urgente tanto en el sector de la salud como en otros sectores para mejorar la salud y la vida de las mujeres y las niñas de todo el mundo desde el nacimiento hasta la vejez.

«Si se niega a las mujeres la oportunidad de desarrollar plenamente su potencial humano, incluida sus posibilidades de llevar una vida más sana y, al menos, un poco más feliz ¿está verdaderamente sana la sociedad en su conjunto? ¿Qué nos dice esto acerca del estado del progreso social en el siglo XXI?», se preguntaba la Dra. Chan.

Las mujeres dispensan la mejor parte de la atención sanitaria, pero pocas veces reciben la atención que necesitan.

En el mundo entero, el grueso de la atención sanitaria está a cargo de las mujeres, ya sea el hogar, en la comunidad o en el sistema de salud, y sin embargo, en esa atención aún no se abordan las necesidades y los problemas específicos de las mujeres a lo largo de su vida.

Hasta el 80% de toda la atención de salud y el 90% de la atención de enfermedades relacionadas con el VIH/Sida se prestan en el hogar, casi siempre por parte de mujeres. No obstante, con demasiada frecuencia, las mujeres carecen de apoyo, de reconocimiento y de remuneración en esa función esencial.

A la hora de atender a las necesidades de salud de la mujer, es más probable que se disponga de ciertos servicios, como la atención durante el embarazo, que de otros como los de salud mental, violencia sexual y detección y tratamiento del cáncer de cuello de útero.

Por otra parte, en muchos países los servicios de salud sexual y reproductiva tienden a centrarse exclusivamente en las mujeres casadas dejando de lado las necesidades de las que no lo son y de las adolescentes. Son pocos los servicios que se ocupan de otros grupos marginados de mujeres, como las consumidoras de drogas por vía intravenosa, las pertenecientes a minorías étnicas y las mujeres de las zonas rurales.

«Es hora de compensar a las mujeres y las niñas, garantizarles la atención y el apoyo que necesitan para que en todo momento de su vida puedan gozar de uno de los derechos humanos fundamentales como es el derecho a la salud», señaló la Dra. Chan.

Las mujeres viven más que los hombres, pero esos años suplementarios no siempre se acompañan de buena salud.

El VIH, las dolencias relacionadas con el embarazo y la tuberculosis siguen siendo unas de las principales causas de muerte de las mujeres de entre 15 y 45 años en el mundo entero. No obstante, a medida que la mujer envejece, las enfermedades no transmisibles pasan a ser las principales causas de defunción y discapacidad, particularmente después de los 45 años.

En todo el mundo, los ataques cardíacos e ictus, con frecuencia considerados problemas «masculinos», son también las dos principales causas de muerte de las mujeres. Como las mujeres suelen presentar síntomas diferentes que los hombres, las cardiopatías muchas veces no se les diagnostican correctamente. También tienden a padecer estas enfermedades más tarde que los hombres.

Dado que las mujeres suelen vivir en promedio entre seis y ocho años más que los hombres, representan una proporción creciente de la población de mayor edad. Las sociedades tienen que prepararse ya para abordar los problemas de salud y los costos asociados con la tercera edad y prever los grandes cambios sociales que se producirán en la organización del trabajo, la familia y el apoyo social.

A pesar de algunas ventajas biológicas, la mujer se ve afectada en su salud por una situación socioeconómica inferior.

La falta de acceso a la educación, a cargos de responsabilidad y al ingreso puede limitar las posibilidades de la mujer de proteger la propia salud y la de su familia. Aunque existen grandes diferencias respecto de la salud de la mujer entre las regiones, los países y las clases socioeconómicas, las mujeres y las niñas afrontan problemas similares, en particular la discriminación, la violencia y la pobreza, que aumentan su riesgo de mala salud.

Por ejemplo, en el caso del VIH/Sida, el riesgo que entraña la diferencia biológica se agrava en las culturas que limitan el conocimiento de la mujer acerca del VIH y su posibilidad de negociar relaciones sexuales seguras.

«No veremos progresos significativos mientras las mujeres sigan siendo consideradas ciudadanas de segunda clase en tantas partes del mundo», señaló la Dra. Chan. «En muchas sociedades los hombres ejercen el control político, social y económico. El sector de la salud no puede permanecer ajeno a ello. Estas desiguales relaciones de poder se traducen en una desigualdad de acceso a la atención de salud y una desigualdad en el control de los recursos sanitarios», añadió.

Se necesitan cambios y medidas de política en el sector de la salud y fuera de él.

En el informe se procura identificar áreas clave de reforma, tanto dentro como fuera del sector de la salud. Ello comporta determinar mecanismos para establecer un liderazgo más firme con la plena participación de organizaciones femeninas, fortalecer los sistemas de salud para que atiendan mejor las necesidades de las mujeres a lo largo de su vida, propiciar cambios en la política pública para conocer de qué manera los determinantes sociales y económicos de la salud afectan adversamente a las mujeres, y dotarse de una base de conocimientos que permitan un mejor seguimiento de los progresos.

Las estrategias para mejorar la salud de la mujer también deben tener plenamente en cuenta la desigualdad de género y abordar los obstáculos socioeconómicos y culturales concretos que impiden a las mujeres proteger y mejorar su salud, se señala en el informe.



Fuente: OMS

lunes, 9 de noviembre de 2009

Familias latinoamericanas en transformación: desafíos y demandas para la acción pública

Fuente: CEPAL Los cambios en la division sexual del trabajo y en la estructura familiar, ponen en evidencia que el modelo de hogar sostenido por un único proveedor varón ha continuado resquebrajándose y que hoy en día sólo representa a una minoría de los hogares. Sin embargo la idea de una madre trabajadora, continúa siendo omitida en el diseño de políticas destinadas a la familia y los apoyos institucionales son escasos.

ANTECEDENTES

Las políticas económicas, comerciales y laborales tienen impactos diferenciados sobre los hombres y las mujeres, sin embargo los análisis y la elaboración de esas políticas han ignorado sistemáticamente el concepto de género. Si bien los economistas muestran cierta apertura en reconocer la desigualdad de género en la microeconomía –fundamentalmente en la distribución dentro de los hogares- en el ámbito macroeconómico y de los acuerdos comerciales esta perspectiva no está incorporada pues se parte del supuesto que son espacios “neutrales” al género.

Algunos de los principales problemas para formular el análisis económico desde una perspectiva de género -por ejemplo los efectos de la liberalización multilateral del comercio- se relacionan con la propia teoría económica, la cual basa gran parte de sus estudios en análisis de un ente representativo promedio que desconoce las diferencias entre hombres y mujeres.

La ausencia de teorías, metodologías, la falta de indicadores y la propia ausencia del tema en las facultades donde se forman los economistas reproduce esta situación. En las últimas décadas, se ha avanzado desde el análisis feminista en desarrollar investigaciones que reformulan las teorías, metodologías y modelos tradicionales logrando incluir al género como categoría analítica y profundizar en los efectos que sobre las relaciones de género tienen las medidas de política económica.

La perspectiva de género en la investigación económica enfrenta la llamada "ceguera de género" de los enfoques tradicionales y señala la existencia de relaciones desiguales entre los géneros, las que hacen que las mujeres generalmente reciban impactos desfavorables de las políticas implementadas.

También se abrieron análisis sobre los efectos negativos que los estereotipos de género tienen sobre las oportunidades económicas, el mercado de trabajo, la calidad del empleo, las condiciones de vida y la pobreza de las mujeres.

Los fenómenos económicos ocurridos desde los inicios de la década de los noventa han producido cambios, en algunos casos radicales, sobre los modos de producción y la evolución del empleo, sobre las relaciones entre el Estado y las estructuras sociales, así como sobre los vínculos entre los países y la comunidad internacional. Estos cambios han tenido repercusiones concretas en la vida de las mujeres.

Los programas de ajuste estructural aplicados por los gobiernos (generalmente impuestos por las instituciones financieras internacionales) incluyen la liberalización del comercio y de las inversiones, privatizaciones, desregulación y medidas de austeridad con recortes en las políticas sociales del Estado. Estos programas, sin embargo, no son neutrales en términos de género, pues uno de sus principales sesgos es la transferencia de los costos estatales a la economía reproductiva y al trabajo no remunerado de las mujeres.

En cuanto a los cambios en los sistemas productivos y en el mercado de trabajo, ocurridos a partir de la liberalización económica, se han estudiado sus efectos en la flexibilidad, informalidad y precariedad laboral, en los nuevos encadenamientos productivos y en el fenómeno de la maquila. Estos análisis también aportan visibilidad al trabajo doméstico no remunerado y a la necesidad de que éste se valore como trabajo en los presupuestos nacionales, adoptando distintos métodos para su medición de manera que contribuyan al debate y a los análisis sobre las actividades no remuneradas y de carácter no financiero, principalmente las desarrolladas por las mujeres en el hogar y en la comunidad (economía reproductiva).

Para obtener análisis que no sufran de “ceguera de género”, es necesario desarrollar modelos macroeconómicos que reflejen el rol de las relaciones de género en la economía y muestren una posición crítica sobre los supuestos de los actuales modelos. Asimismo, los economistas que tradicionalmente aportan análisis “neutrales” al género, deberían incluir en sus investigaciones los aportes que hace años desarrollan las economistas feministas, contribuyendo de esta manera a que no existan dos academias sobre los mismos fenómenos.

“La división sexual del trabajo ha sido, y aún es, funcional para los sistemas económicos, puesto que garantiza la oferta de mano de obra subsidiada por el trabajo de las mujeres que se hacen cargo sin costo de la producción de bienes y servicios que de otro modo tendrían que ser provistos por el mercado o por el Estado. El acceso al mundo laboral por parte de las mujeres se ve condicionado por lo que la economista feminista Ingrid Palmer (1992) ha denominado “el impuesto reproductivo”, que se deriva del trabajo no remunerado que las mujeres realizan en los hogares, producto de un pacto no escrito por el que se consagró al varón como proveedor económico universal de las familias y a las mujeres como cuidadoras”. PAL, “El aporte de las mujeres a la igualdad en América Latina y el Caribe”, agosto de 2007)



Fuente: Choike

MATERNIDAD EN RIESGO

Unas dos mil argentinas dan a luz por día, pero la mitad no cuenta con cobertura médica y el 40 por ciento tiene menos de 24 años, según las últimas cifras oficiales.

Buenos Aires, noviembre de 2009 (RIS-Argentina) Poco más de dos mil argentinas dan a luz por día, de las cuales el 40 por ciento no supera los 24 años, la mitad no cuenta con cobertura médica y casi el 10 por ciento son analfabetas o tienen la primaria incompleta. Los datos dan cuenta del promedio de mujeres argentinas que fueron mamás en 2007, pero abren enormes brechas si la región que se mira es el NOA y el NEA.

El déficit educativo encuentra su panorama más dramático entre las madres misioneras donde casi la mitad (49,3 por ciento) de las mujeres que parieron en 2007 o no tenían ningún nivel de instrucción o habían abandonado el ciclo inicial para salir a trabajar. El analfabetismo o la primaria incompleta son comunes también en el 26,3 por ciento de las chaqueñas; el 19,9 por ciento de las correntinas; el 19,6 de las formoseñas; y el 18,8 de las santiagueñas.


Las cifras preocupan, y más si se analizan los datos que arroja su contracara: la ciudad más rica del país, Buenos Aires. En territorio porteño, apenas el 2,2 por ciento de las jefas de hogar que dieron a luz ese año o nunca habían ido a una escuela o no pudieron terminar la primaria.



A la luz de los datos -que se desprenden del último Informe de Indicadores Básicos del Ministerio de Salud de la Nación del año pasado, pero con datos de 2007- se puede afirmar que la pobreza penetra y se sumerge fácilmente por todos los rincones de las poblaciones más vulnerables, y deja sus peores huellas. Para medir la inequidad, la exclusión y la situación de pobreza e indigencia no basta con analizar los ingresos y la capacidad de acceso a la canasta básica.



El costo de vida también se revela desde las exclusiones del sistema sanitario y educativo, dos áreas donde el Estado se propuso disminuir varios Objetivos del Desarrollo del Milenio (ODM), pero aún no pudo lograrlo. De las estadísticas de la cartera sanitaria se desprende que el 47,4 por ciento de las mamás de 2007 no estaban asociadas a ningún sistema de atención de la salud, ni público ni privado.



Esta carencia, en Santiago del Estero, por ejemplo, afectó ese año al 74,3 por ciento de las madres, es decir, a más de siete por cada diez mujeres que fueron mamás en 2007. Igual de grave es la realidad de las formoseñas, donde el 72,9 por ciento no contaba con cobertura médica de ningún tipo. Detrás de ellas se ubican las mujeres chaqueñas con el 69,1 por ciento; las salteñas con 67,1; y las misioneras con el 54,7 por ciento.



"Las estadísticas nos muestran cómo algo de una esfera tan íntima y privada, como es la maternidad, en realidad se trata de una cuestión social", apunta Andrea Mariño, coordinadora de programas de la Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer (FEIM). De acuerdo a la especialista, según el estrato socioeconómico al que se pertenezca, son las decisiones o no que las mujeres pueden tomar respecto de sus derechos sexuales y reproductivos.



"Por un lado, si bien son sectores que tienen menos acceso a educación sexual, tampoco hay una amplia difusión del programa de salud sexual y reproductiva, que brinda gratuitamente los métodos anticonceptivos", afirma. Y añade que en materia de prevención este programa "nunca hizo difusión focalizada sobre estos temas ni sobre la existencia del programa a nivel nacional".



Esta situación redunda en la vulneración de los derechos de las mujeres más necesitadas, a juicio de la experta. "No hay conocimiento en los grupos más pobres de la opción de elegir o no un embarazo. La maternidad resulta el proyecto de vida porque al no tener acceso a un empleo digno, a educación y a salud, su única forma de sentirse respetada en sus derechos es siendo madres", analiza Mariño.



Pero inmediatamente aclara: El no deseo de maternidad también compromete a las mujeres más pobres. La Argentina avanzó en tres leyes: el Programa de Salud Sexual y Reproductiva, la educación sexual en las escuelas; y la cirugía de ligaduras de las trompas de falopio. “Llama la atención que todas estas normas no se traduzcan en políticas efectivas ni se apliquen como debieran en los servicios de salud”, cuestiona la especialista de FEIM.



No se cumplen los derechos de las personas. En algunos hospitales se niegan a realizar las ligaduras de trompas, ya sea porque o no conocen la legislación o porque ponen requisitos que no existen. "La falta de educación y de difusión de las leyes y los derechos de todas las mujeres genera un abismo, siempre lamentablemente en desmedro de quienes más lo necesitan", sintetizó Mariño. (Por Rosalía Costantino)



Imagen:
http://www.interarteonline.com/Juan_Fco_Plaza/altas/Maternidad.jpg


Fuente: Risolidaria


http://www.risolidaria.org.ar/canales/contenido/nota/masinfo.asp?nota=17094

miércoles, 4 de noviembre de 2009

13 femicidios en octubre

Por Gabriela Barcaglioni
4.11.2009

Durante el mes de octubre, 13 mujeres fueron asesinadas por sus parejas, ex parejas, maridos, ex maridos, novios o ex novios. Los datos surgen de un monitoreo propio elaborado a partir de información de los principales diarios nacionales y de las tres agencias de noticias nacionales (Telam, Dyn y NA). Reproducimos también tres femicidios consumados en septiembre, pero publicados en octubre.

ALICIA BAGNINI
40 años
Baleada en el Country Club Gualeguaychú, zona oeste de la ciudad de Gualeguaychú, donde trabajaba como empleada doméstica.
El homicida, su ex marido, Néstor Schwindt de 44 años, quien había sido denunciado por la mujer por amenazas, se suicidó.
Interviene en el hecho el juez de Instrucción a cargo del Juzgado número 1, Eduardo García Jurado.
6 Octubre 2009

FLORENCIA CORBALAN
24 años
Acribillada en su lugar de trabajo por su ex novio Mario Alberto Garay, de 37 años, un patovica que además trabajaba como guardia de seguridad.
El asesino en su declaración indagatoria, según la crónica periodística, 'acusó a la víctima de promiscua y drogadicta'.
Villa Gobernador Galvez, Santa Fe.
7 Octubre 2009

ADELAIDA SAMANIEGO
39 años
Murió horas después de haber sido encontrada herida de gravedad, con un tiro en la cabeza en la localidad de Ituzaingó.
La Policía detuvo a su ex esposo, de 42 años, que confesó la autoria del crimen, caratulado como 'homicidio calificado'.
El imputado se encuentra a disposición de la fiscal Natalia Narmona Luppo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 1 descentralizada de Ituzaingó, dependiente del Departamento Judicial de Morón.
8 Octubre 2009

ANTONIA RAMONA RODRIGUEZ
42 años
Murió tras varios días de agonía en la localidad de Puerto Rico, Misiones.
En un 'un confuso episodio', señala la prensa, la mujer aún con vida fue hallada en el interior de una vivienda cuando la policía encontró a su marido en la puerta del lugar herido de arma blanca.
9 Octubre 2009

NORMA MERAGLIA
51 años
Fue asesinada de un disparo en la cabeza por su pareja, Nelson Guevara en la localidad
bonaerense de Claypole, partido de Almirante Brown.
La crónica policial relata que Norma 'habría discutido con Nelson Guevara, su pareja quien sacó un arma de fuego y le efectuó un disparo en la cabeza'.
La investigación quedó a cargo de la fiscalía 7 de Lomas de Zamora.
10 Octubre 2009

NORMA GIORDANO
57 años
Asesinada por su ex marido, Alberto Carlos Piacentini de 64 años, quien se suicidó luego de balearla.
El hecho tuvo lugar en la localidad de El trébol, departamento de San martín, Santa Fe.
11 Octubre 2009

SANDRA SALAS
35 años
Asesinada por Walter Morales, de 45 años, quien fuera su pareja hasta hace un año.
El ex policía se ahorcó luego de cometer el femicidio en el asentamiento Escorihuela, de Mendoza.
Tanto la crónica del diario Los Andes, de Mendoza, como el cable de la agencia NA indican que la mujer había hecho varias denuncias por amenazas y golpes.
Su actual pareja declaró a la prensa 'desgraciadamente tienen que pasar estas cosas para que alguien se decida a intervenir. Siempre demasiado tarde; ya no sirve'.
13 Octubre 2009

MIRIAM CENTURIÓN
40 años
Asesinada a puñaladas en el interior de un centro de diálisis en el cual trabajaba como personal de limpieza, en la localidad bonaerense de Carapachay, partido de Vicente López.
'La policía presume que se trató de un crimen pasional' indica el cable de Telam.
El caso es investigado por la fiscal Claudia Gambotto de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 de Vicente López Oeste, la comisaría de Carapachay y la Subdelegación de Investigaciones de Vicente López.
19 Octubre 2009

CATALINA MUÑIZ
14 años
Fue asesinada por su concubino, Jonatan Rivero de 21 años, en La cañada, partido de Quilmes, Provincia de Buenos Aires.
La adolescente estaba embarazada y tenía un hijo de 8 meses.
Por el femicidio fue detenido también el hermano de la víctima, quien declaró que Rivero 'luego de discutir con su pareja le apuntó con un arma y disparó, aparentemente de forma accidental y cuando estaba drogrado'.
22 Octubre 2009

VICTORIA ROMERO
18 años
Degollada por su ex pareja, Joel Choque de 22 años, en La Quiaca Jujuy.
El cable de la agencia Dyn indica que 'Joel Choque habría estado alcoholizado cuando cometió el asesinato' y que 'no habría podido tolerar la decisión de su novia de poner fin a la relación'.
El homicida fue internado en el hospital Doctor Jorge Uro, por las heridas cortantes que se autoinfligió, con custodia policial y fuera de peligro.
26 Octubre 2009

NATALIA PIGIACAMPO
29 años
Su concubino, Gerardo Macario, de 31 años, la apuñaló.
Las crónicas señalan que el femicidio fue el resultado de una discusión y los motivos serían los celos.
Iriville, departamento de Marcos Juarez, Córdoba.
28 Octubre 2009

JESSICA MICAELA GARRIDO
14 años
Salió para la escuela, pero nunca llegó, su cuerpo apareció a tres cuadras de su casa, en el Barrio La unión.
El ex novio de la adolescente de 21 años, sospechado de haberla estrangulado, fue demorado en Cipolletti, Río Negro, a disposición del Juzgado de Instrucción 2, a cargo de Mario Tomassi.
29 Octubre 2009

MARIA RAQUEL DIAZ
21 años
Falleció como consecuencia de un aborto clandestino en Rosario, Santa Fe.
La joven era de la localidad cordobesa de La Carlota.
10 Octubre 2009

MARIA SILVIA SOLIS
22 años
Murió por aborto inseguro en el hospital Iturraspe de Santa Fe, era de la localidad de Piamonte, departamento de San Martin.
30 de septiembre 2009

MARIA ANTONIA GONZALEZ BELLOTTO
31 años
El cadáver María fue hallado el 30 de Septiembre en las inmediaciones del tradicional country La Cañada Polo Club, en la localidad bonaerense de Luján.
El femicidio de la joven de nacionalidad paraguaya quedó esclarecido con la detención de un hombre de 35 años, en La Reja, en el partido de Moreno quien señalan las crónicas periodísticas 'habría asesinado a la inocente víctima porque descubrió que era casado'.
Intervino en la causa, que fue caratulada 'Homicidio', el doctor Oscar Reggi, fiscal de la Unidad Funcional Nº 13 de Luján, dependiente del departamento judicial de Mercedes.
30 Septiembre 2009

NN
El asesino confesó que la mató pero no recuerda dónde la enterró.
El asesino, un ingeniero de 47 años, denunció la desaparición de su mujer en septiembre, pero unos días después -los diarios informan del hecho el 9 de octubre- confesó el femicidio.
Villa del Parque, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
26 de Septiembre 2009

Las muertes de María Silvia Solis y María Raquel Diaz provocadas por las condiciones en que se realizan los abortos en Argentina se consideran femicidios si se toma como referencia la definición de Jane Caputo y Diana E. H. Russell publicada en 1990 en la revista Ms de Estados Unidos y en base a la cual se realiza el registro en esta columna desde hace tres años. Las autoras consideran que el femicidio es 'la forma mas extrema de la violencia sexista' y el resultado de un 'continuum de terror' que incluye entre otras formas de violencia contra las mujeres la violación, tortura, mutilación genital y la esclavitud sexual.

Russell y Caputo entienden que la penalización del aborto obliga a las mujeres a una 'maternidad forzada' y en tanto esa imposición las lleva a la muerte es femicidio.

La penalización del aborto es expresión de una cultura patriarcal que somete, violenta y condiciona la libertad de las mujeres, un mecanismo disciplinador de la violencia patriarcal.

Al respecto señala Monserrat Sagot en el 'Diccionario de Estudios de Género y Feminismos' coordinado por Susana Gamba señala que 'el concepto de femicidio permite entender que la muerte de mujeres a manos de sus esposo, amantes, padres, novios, pretendientes, conocidos o desconocidos, así como las muertes de mujeres por abortos ilegales o por negligencia, no son el producto de situaciones inexplicables, de conductas patológicas o de la casualidad'. Y afirma que 'son el producto de un sistema estructural de opresión'.

Fuente: Artemisa Noticias

Aumentan licencias por maternidad y paternidad

Por Sonia Santoro
4.11.2009

Con una medida inédita en el país, el Municipio de Morón amplió la licencia por maternidad a 210 días corridos. Además, la licencia por paternidad se extendió a 20 días hábiles. Incluye los casos de adopción.

Por un decreto del intendente de Morón, Martín Sabbatella, la plantilla del municipio y del Concejo Deliberante de esa localidad bonaerense podrá gozar de más días de licencia cuando tengan hijos, incluso en caso de adopción. La medida se conoció ayer y significa un paso más hacia la equidad de género en un municipio de avanzada en estas cuestiones.

La licencia por maternidad se ampliará de 90 a 210 días corridos con goce de haberes mientras que la de paternidad se extenderá hasta 20 días hábiles. Hasta el momento, los hombres podían tomar 10 días de licencia (si se trata del primer hijo) o 15 días hábiles (si la pareja ya tenía otros hijos menores de 5 años). Ahora en cualquier caso podrán tomar 20 días. Para ellos, la extensión es un derecho, no una obligación. 'Queremos promover el vinculo entre el padre y sus hijos o hijas y para que el varón acompañe a la mujer los primeros días del puerperio', comentó en diálogo con Artemisa Noticias, Delia Zanlungo, directora de Políticas de Género del municipio.

El año pasado hicieron uso de la licencia por paternidad alrededor de 40 varones. Lo cual ha sido un logro de concientización interna porque aunque el municipio ya tenía una licencia ampliada, al principio los varones se resistían a tomarse los días que les correspondían, aún a riesgo de perderlos.

Por otro lado, otro paso importante es que el decreto contempla tanto cuando las parejas tienen hijos biológicos como cuando los adoptan.

'Sabemos que promover igualdad de oportunidades en el acceso al trabajo para varones y mujeres implica crear legislación que acompañe esta decisión, si no se crean condiciones para acompañar los cilos vitales de las mujeres, no se está garantizando la igualdad. Muchas mujeres se ven en la disyuntiva de optar entre trabajar o quedarse cuidando a sus hijas e hijos al no haber sistemas de cuidado que acompañen la decisión de tener un bebé', explicó la funcionaria.

Morón tiene 350 mil habitantes. Martín Sabbatella, su intendente desde 1999 y hasta el 10 de diciembre –es diputado nacional electo por la provincia de Buenos Aires por el partido Nuevo Encuentro- ha dado un fuerte impulso a las políticas de género. El Municipio viene implantando distintas medidas que incluyen la perspectiva de género, tanto en acciones dirigidas a la comunidad como al interno de las políticas de recursos humanos del municipio.

Entre otras medidas, en 2005 el Gobierno municipal implementó una resolución a través de la cual reconoce las uniones de hecho y establece el cobro de asignaciones familiares para los hijos de quienes, en lugar de casarse, deciden convivir. De esta manera, el trabajador cobra una suma por cada hijo propio del concubino o concubina menor de 18 años que se encuentre a su cargo y sobre quien tenga alguna obligación alimentaria. Además, desde 2006, cuenta con su propia normativa sobre Acoso Sexual Laboral. También tiene un Plan de Igualdad de Oportunidades y un Consejo Municipal de las Mujeres de Morón, que asesora sobre las políticas públicas a distintas áreas municipales.

Imagen: M. Sabbatella en un acto contra la violencia

Fuente: Artemisa Noticias

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