ACTUALIDAD - Nodo Género y Políticas de Equidad

lunes, 28 de diciembre de 2009

SIDA Y VIOLENCIA


Un estudio de una OSC advierte que nueve de cada diez mujeres con VIH/sida fueron víctimas de algún tipo de violencia a lo largo de su vida.

Buenos Aires, diciembre de 2009 (RIS-Argentina) Nueve de cada diez mujeres que viven con VIH/sida fueron víctimas de algún tipo de violencia a lo largo de su vida, y ocho de cada diez padecieron situaciones de agresión antes de conocer su diagnóstico de VIH. La afirmación se desprende de un relevamiento de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), que demostró que la violencia contra las mujeres es un importante factor de vulnerabilidad para aquellas que tienen el virus del sida.

“La violencia es una realidad en nuestra vidas. Recién estamos destapando esta olla y tiene muy feo olor”, contó Marcela Alsina, del Movimiento Latinoamericano y del Caribe de Mujeres Positivas durante la presentación del estudio titulado Dos caras de una misma realidad: Violencia contra las mujeres y feminización del VIH/SIDA en Argentina.

Andrea Mariño, socióloga de FEIM y coordinadora regional del proyecto, explicó que la segunda etapa de esta iniciativa es lograr incidencia política, generar alianzas entre distintos sectores involucrados y promover cambios en las políticas públicas que enfrenten de manera integral la atención y la prevención de la violencia contra las mujeres y el VIH-sida.

Por su parte, María Eugenia Gilligan, de la Red Argentina de Mujeres Viviendo con VIH, relató la violencia que padecen las mujeres positivas al atenderse en los servicios de salud. “La violencia institucional existe cuando no nos quieren atender en los servicios de ginecología, odontología o dermatología, por ejemplo, y nos mandan a infectología”, describió Gilligan y señaló que “es necesario agregar una cara más al asunto porque el estigma, la discriminación y la violencia van juntos”.

El estudio de FEIM muestra también que cuatro de cada diez mujeres con sida fueron víctima de violencia sexual, y ocho de cada diez sufrieron esas agresiones antes de recibir el diagnóstico del VIH. De acuerdo al sondeo, el 60 por ciento de los agresores pertenecen al círculo íntimo de la mujer: marido, pareja, novio, padre, hermano, tío, amigo.

En cuanto a la violencia psicológica, en ocho de cada diez mujeres que las sufrieron el agresor fue su ex marido, pareja o marido/pareja actual, mientras que en los episodios de violencia física tal relación se dio en el 90 por ciento de los casos. El relevamiento se aplicó a 101 mujeres viviendo con VIH, mayores de 18 años que reciben asistencia en algunos servicios de salud públicos de la ciudad de Buenos Aires y del área norte y oeste del conurbano bonaerense.

Entre otros datos que arrojó, sólo en uno de cada diez casos la violencia sexual fue por parte de un desconocido, al tiempo que el 40 por ciento fue víctima de abuso sexual infantil. Entre ellas, nueve de cada diez padecieron luego otros tipos de violencia en su vida, mientras que en el 80 por ciento de los casos el agresor en la infancia fue nuevamente parte de su círculo íntimo (padre, padrastro, tío, amigo de la familia).

Estos datos evidencian que el hogar, y especialmente las relaciones íntimas, es el marco en el que se producen la mayor cantidad de agresiones. "La familia y el hogar, lugar tradicionalmente asociado con la protección y la seguridad de sus miembros, resulta ser el lugar en donde las mujeres encuentran con mayor frecuencia vulnerados sus derechos y su salud es puesta en riesgo", aseveran las especialistas en la investigación.

Aileen Allen, coordinadora de Programas de UNIFEM Argentina, resaltó que la información estadística inédita que aporta la investigación "es clave para avanzar en políticas públicas. No se pueden dar respuestas adecuadas si no se conoce la realidad que están pasando las mujeres que viven con VIH". A su vez, rescató que "los testimonios incluidos en el informe le dan voz a las mujeres que muchas veces no la tienen" y enfatizó que el estudio "pone en relieve el desconocimiento de las mujeres sobre sus derechos y cómo esto las expone a una mayor vulnerabilidad". (Por Rosalía Costantino)

lunes, 14 de diciembre de 2009

Los 30 años de la Cedaw

Norma Loto*

El 11 de diciembre se realizó la celebración de los 30 años de la CEDAW en América Latina y el Caribe, en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Estuvieron presentes ex miembros del comité, integrantes de los movimientos y ONG de mujeres y funcionarios públicos. Se concluyó que, más allá de la aprobación de la normativa en 2006, aún resta mucho para hacer para alcanzar la igualdad de género.

La igualdad como un derecho humano y la represión de la discriminación son las dos columnas de la Convención sobre la Eliminación de Todas las formas de Discriminación contra la mujer (CEDAW). Esto significa, para cada Estado que ha ratificado la CEDAW, que no basta con declarar la igualdad entre mujeres y hombres en las constituciones, políticas o en las leyes, sino que el derecho a la igualdad requiere que se ejecuten acciones específicas y concretas.

La CEDAW “establece de manera objetiva la obligación de luchar contra la discriminación y de promover la igualdad de las mujeres, mediante medidas legislativas, administrativas y judiciales. O sea, que los tres poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial son responsables, jurídicamente, ante las Naciones Unidas por sus acciones en relación con la no discriminación y la igualdad de las mujeres”, explicó Silvia Pimentel, vice-presidenta del Comité de la CEDAW de Naciones Unidas.

“Estas obligaciones se aplican a todas las esferas de la vida pública y privada, incluyendo las personas físicas y jurídicas”, continuó Pimentel.

Por ello, luego de tres décadas, es necesario interrogar ¿qué ha funcionado, cuáles han sido los desafíos y qué es necesario consolidar? A pesar de algunos avances y esfuerzos de los países de la región, en el plano de la igualdad, todo parece indicar que el desafío pendiente sigue siendo ese: la igualdad.

De acuerdo con analistas, los Estados no han tomado conciencia de su responsabilidad con respecto a los derechos de las mujeres. Esto se refleja en las políticas implementadas, que no siempre son del todo eficientes.

En este sentido, la directora de UNIFEM para América Latina y el Caribe, Gladys Acosta, dijo a SEMlac que las modificaciones a las leyes y las reformas legislativas en la región también hacen visible “las pocas respuestas de los Estados, pues al mismo tiempo que hay leyes, no hay la adecuada supervisión ni los instrumentos para que estas se cumplan”.

Otra de las aristas para tener en cuenta, desde lo simbólico, es la alianza histórica y aún perdurable de la iglesia católica con los Estados. “La mayoría de los Estados le dan mucha participación política a la iglesia católica. Esta institución tiene decisión sobre muchas leyes y políticas estatales. Por eso, la jerarquía de la iglesia católica será siempre un obstáculo para el desarrollo de los derechos humanos de las mujeres, porque sin derechos reproductivos, nosotras no podemos gozar de otros derechos”, sostiene a SEMlac la jurista costarricense Alda Facio.

Violencia contra las mujeres

Silvia Pimentel dijo, en la conferencia inaugural de las tres décadas de la CEDAW , que las Recomendaciones Generales son instrumentos que sirven para interpretar, actualizar y contextualizar los derechos y deberes establecidos en esta Convención, con el fin de facilitar su cumplimiento por los Estados Partes.

“La problemática de la violencia contra las mujeres no está presente explícitamente en la CEDAW , pues no existían condiciones políticas para esto en el momento de su origen”.

La experta relató que, en este sentido, el Comité realizó dos Recomendaciones Generales, que incorporan esa realidad: la Recomendación General N°19 (1992), que afirma que la violencia contra la mujer es una forma de discriminación que impide gravemente que goce de derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre, y la definición de discriminación del artículo 1 de la CEDAW , que incluye la violencia basada en el sexo; es decir, la dirigida contra la mujer porque es mujer o que la afecta en forma desproporcionada.

Derechos sexuales y derechos reproductivos

Los derechos sexuales y los reproductivos no están así expresados en la CEDAW. Sólo el artículo 12 de la Convención se refiere a los servicios de atención médica de planificación familiar, parto y post parto.

En este sentido, Pimentel manifestó que luego se incorporaron esos derechos a la Recomendación General Nº 24, que versa sobre el acceso a la salud, incluida la reproductiva. Además, contempla la incorporación de los conceptos de salud reproductiva y derechos reproductivos, fruto de las Conferencias de Cairo, 1994 y de Beijing, 1995.

“Vale señalar que muchas de las dificultades y los duros embates ideológicos que ocurrieron en Cairo y Beijing siguen produciéndose, ya sea impidiendo revisiones legales necesarias o la implementación de nuevas leyes no discriminatorias y que afirman los derechos humanos de las mujeres, en especial los derechos sexuales y los reproductivos”, sostuvo Pimentel.

Algunas barreras del pasado y del presente

La vicepresidenta de la CEDAW , Silvia Pimentel, se refirió a las barreras que, en su práctica de monitoreo en el área, han sido encontradas por el Comité CEDAW respecto a la no violencia y la salud. En ese sentido, la experta señaló la necesidad de lograr cambios en algunas leyes y la revisión de medidas inadecuadas.

Por ejemplo, “leyes que sancionan el aborto con consecuencias perversas para las mujeres: morbilidad y mortalidad maternas; falta de información, educación y de toma de conciencia sobre la violencia de género y sobre salud reproductiva, en especial por parte de los adolescentes, como abusos sexuales, embarazos prematuros, embarazos forzados y matrimonios prematuros”, dijo Pimentel.

También enfatizó sobre la creciente problemática de la trata y el tráfico de mujeres y de niñas, a la vez que “existe una marcada insuficiencia y dificultad en el acceso a los servicios de asistencia jurídica y de salud gratuitos (…) impunidad y la carencia de formación sobre género, por parte de los trabajadores de la justicia y de la salud”, precisó.

Para leer la cobertura especial de SEMlac, descargue el archivo adjunto.

Fuentes: *Corresponsal de SEMlac
Fuente: Mujeres Hoy

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Una voz potente y plural

Por Sandra Chaher, desde Colombia, 9.12.2009

Acaba de realizarse el III Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género. Entre las conclusiones se destaca la democratización de la coordinación, el diseño de un plan bianual de acción, la apertura de comisiones de trabajo y la realización del próximo encuentro en Marruecos, en el 2011, que podría avanzar hacia la definitiva internacionalización de la red.

A fines de noviembre se realizó en Bogotá, Colombia, el III Encuentro de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG). Más de 100 periodistas de 17 países se reunieron para evaluar el funcionamiento de la red y trazar las líneas directivas que nos guiarán los próximos dos años.

La RIPVG nació en el 2005 en México. En el 2007 se hizo el segundo encuentro en Oviedo, España. Ahora sucedió el tercero en América Latina y el destino del IV es Casablanca, en Marruecos, en el año 2011.

En Bogotá se llegó a varios acuerdos para el funcionamiento de la red los próximos dos años, y hay cuatro aspectos de las conclusiones finales que son fundamentales en el tono que estamos imprimiéndole a esta construcción colectiva.

La decisión de realizar el próximo encuentro internacional en Marruecos quizá marque la definitiva internacionalización de la red. Cuando la RIPVG nació en México estaba integrada mayoritariamente por periodistas latinoamericanas y un grupo pequeño de españolas. Dos años después, en España, casi no había europeas de otros países que no fueran la península ibérica. Este año, en Bogotá, se sumaron dos suecas, una marroquí y una jordana. Quizá Marruecos sea la oportunidad de estrecharnos con más mujeres y varones de Europa, Africa y Medio Oriente comprometidas/os con la construcción de sociedades igualitarias. Si la voz que hoy pide que mujeres y varones seamos pares e iguales se extiende y amplifica, tendrá seguramente más chance de ser escuchada. Por otra parte, Medio Oriente necesita este megáfono. Es una de las regiones del mundo con mayor vulneración de los derechos humanos de las mujeres y con menor compromiso con la equidad.

Otro aspecto fundamental de los acuerdos de Bogotá fue la ampliación de la coordinación internacional. La RIPVG es una estructura horizontal que se dio una coordinación casi como requisito formal, un grupo de personas y redes nacionales cuya misión es facilitar los entramados nacionales y el de la misma RIPVG. El proceso histórico es de creciente apertura. Del 2005 al 2007 hubo una coordinación internacional coordinada por un solo país, entre el 2007 y el 2009 por tres países, y el compromiso de Bogotá fue ampliar la coordinación internacional a todas las redes y personas que quisieran sumarse. Cuanta mayor amplitud tenga la coordinación de una red, mayor será la posibilidad de ejercicio de la democracia dentro de la misma.

El tercer aspecto fue la definición, por primera vez, de comisiones de trabajo sobre temas puntuales. Personas diversas, de redes y extracciones profesionales diversas, se comprometieron a llevar adelante temas como el desarrollo de las nuevas tecnologías, la reflexión y formación en comunicación y género, la redacción de un manual para el ejercicio de la profesión periodística con visión de género y la ayuda a periodistas mujeres víctimas de violencia. La iniciativa abre la posibilidad de profundizar el intercambio entre colegas periodistas de diferentes países y de enriquecer los saberes y las inquietudes que hasta ahora se llevaron adelante aisladamente.

El último aspecto a destacar es el plan de acción que se propuso la RIPVG para los próximos dos años. Es la primera vez que se asume el compromiso de tratar prioritariamente determinados temas en las redacciones. Actualmente hay consenso internacional sobre la necesidad de priorizar tres aspectos de la agenda feminista porque en ellos está en juego la vida de las mujeres: la violencia de género, la trata y los derechos sexuales y reproductivos. En Bogotá se sumó a esta agenda internacional una más específica de los países en conflicto armado: el pronunciamiento a favor de la paz y la cobertura de las vulneraciones a los derechos humanos de las mujeres cuando un país está en guerra interna o externa. Si las voces se levantan juntas para denunciar estos cuatro temas, tendremos más posibilidades de avanzar en la protección de los derechos de las humanas.

La RIPVG tiene ya hoy la riqueza de la horizontalidad, el entusiasmo y la energía de casi 500 periodistas de todo el mundo comprometidas/os con un mundo más igualitario. Y podría transformarse con el tiempo en una voz potente y amplificada que clama justicia para mujeres y varones, desafiando las estructuras de poder heredadas del patriarcado. Tal como se dijo en el Manifiesto de Bogotá, redactado al cierre del tercer encuentro internacional: 'Necesitamos cambiar nuestras rutinas profesionales para escuchar más, ver mejor y comprender la complejidad y diversidad del momento histórico que nos ha tocado testimoniar; que exigimos ver a las mujeres, que no las excluyamos de nuestros relatos, que nos decidamos a vivir nuestra profesión con el riesgo que supone aventurarse por nuevos caminos, por rutas aún no transitadas, sin antiguas brújulas que sólo marcaban el norte del poder'.

Fuente: Artemisa Noticias

viernes, 4 de diciembre de 2009

Nosotras no nos rajamos y continuaremos hasta la victoria

Viernes 4 de diciembre de 2009, por Leticia Puente Beresford

Nueva York, 03 dic. 09. AmecoPress/CIMAC.- A una semana de ardua labor retrospectiva sobre el avance de la participación de las mujeres, hoy ésta, más pública que privada, es evidente. Quizá se nos vea exhaustas y débiles, pero nunca en posición de retirada.

La visibilización de nosotras, de nuestra diaria lucha y nuestros logros, por desgracia, no se difunde tanto, como sí se hace con los tropiezos y los retrocesos que negocian grupos interesados en vernos nuevamente sometidas y encerradas en pequeños cuartos privados o de servicio al mejor postor. Como dice un dicho mexicano: “Mátalas callando”. O como esa vieja estrategia: “Divídelas y vencerás”.

La primera confrontación legal fue si lo dicho en la ley para los ciudadanos también se aplicaba para las ciudadanas. Y, en efecto, ante la ley mujeres y hombres somos iguales, pero no se lo tomen tan en serio, porque con todo existen países en los que la desigualdad entre hombres y mujeres está a la orden del día sea por mandato legal o por mandato divino.

A las mujeres, en la mayoría de los países, nos quieren, aun, de y para tiempo completo en la crianza, en la cocina –de preferencia en la repostería– y disponibles para la sexualidad todo el año.

Y qué bueno. Lo anterior no está peleado con el feminismo porque tampoco una, esta peleada con el amor a los niños y niñas, los quehaceres domésticos y la cocina, con vestirnos siempre a la moda o darle rienda suelta a la diversión, y por supuesto que no le decimos no a los hombres.

De ahí que la sabia posición de las mujeres, las de hoy y siempre, es el de permanecer ‘iguales’ y ser ‘iguales’ en un mundo de ‘iguales’.

Hoy las mujeres están entre iguales y son iguales a los hombres, porque eso ya no está más en duda. Lo que sí está en el campo de batalla, donde nosotras estamos en ardua lucha, es el respeto a nuestros derechos humanos, como el derecho a decidir un embarazo o un aborto. Y así, también nuestro derecho a una convivencia libre de violencia.

Y es precisamente en estos rubros, los de nuestros derechos humanos y del derecho de convivencia libre de violencia, donde el agotamiento se nos nota, porque aun existen grupos que no quieren festejar con nosotras nuestros triunfos.

De ahí que las altas y bajas en esta batalla sean cada vez más notorias, como esa insistencia en el silencio: “está bien que existas, pero callada, porque callada te ves más hermosa y más bonita”.

Esos grupos se oponen a nuestro derecho de vivir plena y legalmente nuestra felicidad como seres pensantes y conscientes de lo que deseamos para nosotras, y utilizan su aparato de comunicación para promover que somos inestables e inseguras y difundir que hay “mujeres poderosas, pero menos felices”.

Dicen allá en Inglaterra, o aquí, en Estados Unidos, que la revolución feminista destruye lo que encuentra, y que, a final de cuentas, en su batallar de alcances libertarios, a quienes realmente ha beneficiado es a los hombres, porque nosotras nos hemos sumado más cargas.

Con esto hago referencia a Maureen Dowd y Yasmin Alibhai, quienes han escrito sobre el devenir histórico de las mujeres. Comparto justo con ellas que existe un balance imposible entre el trabajo y la vida. Entre el tiempo de la pobreza y el de vivir siempre bajo la presión de ser joven y bella.

Estas derivaciones de mujeres y hombres reaccionarios hacen de nuestros triunfos algo ninguneado. De ahí que estemos exhaustas. Pero que esto no inste a desistir; por el contrario, hoy más que nunca urge nuestra posición al frente de nuestra lucha.

Las feministas decimos que la pelea debe de seguir, pues algún día el feminismo nos llevara a la victoria. Porque, como bien menciona Alibhai, “nos la merecemos”. Ella afirma: “no estoy haciendo ruido en estas extensiones o pintándome los labios mientras lo escribo” e insiste en que “la lucha debe de continuar”. Y sí, en efecto, debemos continuarla, puesto que en la mayoría de los países, preferirían que las mujeres, que nosotras, regresáramos a la vida enclaustrada.

El 25 de noviembre, Inés Alberdi, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer (Unifem), en su mensaje del décimo aniversario del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, señaló que la violencia que vivimos las mujeres “no es más un simple tema tratado de preocupación de mujeres únicamente”. Hoy es un tema de derechos humanos. De paz y de seguridad. Y una problemática que concierne tanto a hombres como a mujeres.

El 70 por ciento de las mujeres experimenta violencia sexual y psíquica por parte de los hombres en un momento de sus vidas, de acuerdo con datos mundiales de cada nación. Sucede en todos lados: en casa, en el trabajo, en las calles, en las escuelas. Y durante tiempos de paz o de conflicto.

Desafortunadamente continuamos viviendo en un mundo donde la violencia en contra de las mujeres y las niñas brinda inseguridad de más de la mitad de la población mundial: desde la violencia domestica hasta la mutilación genital; Desde las muertes por honor hasta las violaciones sexuales masivas en tiempos de guerra.

La violencia contra de las mujeres y su solución es todavía un gran desafío en todo el mundo. El llamado es mundial. No a la retirada.

Ni un paso atrás, ni para tomar impulso. Las mujeres no nos rajamos y mucho menos estamos en pose de rendición. La lucha sigue.

Foto: Archivo AmecoPress

jueves, 3 de diciembre de 2009

Comunicación: Crece la Red de Periodistas con Visión de Género

Por Ángela Castellanos Aranguren

Bogotá, noviembre (SEMlac).- La unión de periodistas en redes horizontales y plurales es un mecanismo exitoso para la práctica de un periodismo con enfoque de género, que contribuya a la visibilización de las mujeres en los medios y la eliminación de estereotipos sexistas en las noticias.

Así quedó demostrado en el III Encuentro de Periodistas con Visión de Género, que tuvo lugar en Bogotá entre el 27 y el 29 de noviembre, y al que asistieron cerca de 250 profesionales de la comunicación de Colombia y cerca de 50 de Perú, Suecia, República Dominicana, El Salvador, Marruecos, Jordania, Ecuador, Cuba, Bolivia, Argentina, España y México.

Entre las experiencias exitosas de incidencia política presentadas en el contexto del evento, destaca la inserción de un artículo sobre enfoque de género en la Ley de Medios Audiovisuales de Argentina, producto del trabajo de cabildeo de la Red PAR (Periodistas de Argentina en Red - Por un Periodismo no sexista).

En efecto, la red PAR, mediante sus representantes en 16 provincias argentinas, logró que se aprobara como uno de los objetivos de la mencionada ley el de "promover la protección y salvaguarda de la igualdad entre mujeres y hombres y el tratamiento plural e igualitario y no estereotipado, evitando toda discriminación por género y orientación sexual".

La Red Internacional de Periodistas con Visión de Género fue constituida en 2005 en Morelia, México, como un espacio en el que confluyen periodistas en forma individual o colectiva, de diferentes continentes, con el propósito de promover un periodismo con perspectiva de género.

En este espacio convergen tanto comunicadoras individuales como redes nacionales y subregionales de periodistas, hombres y mujeres, que trabajan por la visibilización de la problemática de la condición social de las mujeres a través del ejercicio del periodismo sin estereotipos ni mitos sexistas.

Al momento de la creación de la Red Internacional existían redes consolidadas, con un trabajo de varios años, como las de México, con 10, y la trinacional de México, Canadá y Estados Unidos, además de la de México, Centroamérica y Caribe. Igualmente existían asociaciones de periodistas mujeres, entre ellas la Red de Mujeres Periodistas del Mediterráneo, la Asociación de Mujeres Periodistas de Cataluña y la Red Europea de Mujeres Periodistas.

Hoy se han consolidado las redes nacionales existentes, se han creado otras —como la boliviana y argentina— y se están gestando en Suecia y Colombia, con apoyo de la Red Internacional o de redes territoriales.

También hay otras iniciativas de crear mecanismos transversales, es decir por sectores, no por países, como por ejemplo el de la academia.

"Los objetivos de las redes son comunes y los intereses son diversos, debido a las especificidades de cada región, país o territorio. Creo que podemos usar la Red Internacional como un mecanismo para hacer lobby y presión frente a los medios, y mejorar su capacidad de respuesta", afirmó a SEMlac Montserrat Minobis, Presidenta de la Red de Periodistas de Cataluña.

En ese sentido también expresó a SEMlac Silvina Molina, de la red PAR, quien anotó: "somos mujeres diferentes en situación de igualdad", haciendo referencia a la horizontalidad de la red, que no cuenta con un comité ejecutivo, sino con una coordinación colegiada.

Este tercer encuentro acordó, por consenso, que la coordinación de la Red Internacional durante los próximos dos años estará conformada por las redes de Argentina, México, Nicaragua, Perú, Colombia, la del Estado español, y por Marruecos, dado que éste país fue escogido como sede del cuarto encuentro, fijado para 2011.

"Hemos propuesto a Marruecos por varias razones, entre ellas para involucrar a África, para apoyar la creación de una red de mujeres periodistas con visión de género en Marruecos, y para contribuir con la defensa de los derechos humanos de las mujeres en mi país", afirmó Saida Boudaghia, periodista marroquí, y coordinadora del cuarto encuentro.

Entre los logros del tercer Encuentro Internacional de Periodistas con Visión de Género se destaca "el haber conseguido vincular a la academia, instituciones gubernamentales de Bogotá y organismos internacionales, quienes no sólo apoyaron el evento, sino que participaron aportando propuestas", aseguró a SEMlac Fabiola Calvo, Coordinadora del Encuentro.

En las jornadas abiertas al público se profundizó sobre el derecho a una vida libre de violencias y al derecho a la no discriminación en los medios de comunicación, en particular al informar sobre conflictos armados, feminicidio y trata de personas.

Especial interés cobró en la audiencia el tema del tratamiento informativo sobre la violencia contra las mujeres en el marco de conflictos armados, dado que la sede del encuentro fue Colombia, donde se vive un conflicto armado interno.

"Como reportera de conflictos armados, puedo decir que las guerras no endurecen a los periodistas. Para las corresponsales de guerra, la alternativa es buscar la verdad, porque en las guerras todos los bandos mienten. No la verdad abstracta, sino contar lo que vemos con honestidad, aunque el discurso dominante diga lo contrario", afirmó a SEMlac Nuria Varela, quien fue enviada especial a la guerra de Bosnia, el sitio de Sarajevo, a los campos de personas refugiadas de Croacia, a Chiapas y a Iraq, entre otras misiones.

La periodista jornada Haifa Haidar señaló que "no me importa si la mujer que está refugiada sea judía, musulmana o cristiana", sino que es una víctima de la guerra y tiene unas necesidades que el mundo debe conocer.

El tema del enfoque de género en la información estuvo presente a lo largo del encuentro. La Fundación Esperanza, de Colombia, presentó sus lineamientos para cubrir noticias de trata de personas; la red PAR ofreció su decálogo para el tratamiento periodístico de violencia contra las mujeres, además de las recomendaciones para entrevistar a víctimas de conflictos armados señaladas por la periodista colombiana Pilar Lozano.

También se expusieron algunas experiencias exitosas de medios de mujeres que hacen periodismo con perspectiva de género, tales como CIMAC, Comunicación e información para la Mujer (México), Artemisa Noticias (Argentina), Radialistas Apasionadas (Ecuador) y el Servicio Especial de Mujer de América Latina y el Caribe (SEMlac).

Una muestra de periodismo con enfoque de género la constituye el libro Sin Nosotras se les acaba la Fiesta, el cual fue lanzado durante el encuentro. Se trata de un compendio de artículos escritos por 15 periodistas de América Latina y el Caribe sobre diversos temas de actualidad.

El proyecto, que se coordinó completamente vía Internet, fue posible gracias a la asociación civil Artemisa Comunicación, de Argentina y la Organización Friedrich Ebert Stiftung (FES), de Alemania.

"La perspectiva de género aplicada al periodismo es un modo otro de periodismo, es decir otros modos de contar, otros encantos para la realidad, otros puntos de vista para comprender la vida", comentó Omar Rincón, Director del Centro de Competencia en Comunicación de la FES.

Fuente: Servicio de Noticias de la Mujer de Latinoamérica y el Caribe

miércoles, 2 de diciembre de 2009

En Argentina hay un femicidio cada 36 horas


En Argentina se comete un feminicidio cada 36 horas, afirmó el Instituto de Estudios Jurídicos Sociales de la Mujer (Indeso) en un informe.

El documento, basado en casos publicados en los medios de comunicación, debido a la falta de datos oficiales. Fue presentado el 23 de noviembre en la provincia de Santa Fe, en antelación al Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.

Según el Indeso, se registraron hasta el 30 de octubre un total de 204 feminicidios, en 93 por ciento de los cuales fue acusado un conocido de la víctima, y de ese porcentaje, en la mitad de los casos el detenido fue su pareja o ex pareja.

El 46 por ciento de las mujeres asesinadas tenía entre 15 y 34 años, agregó la información.

La coordinadora del Indeso, Noemí Chiarotti, dijo que “el feminicidio es un acto de extrema violencia, que deja al desnudo las situaciones de terror, humillación, desprecio, hostigamiento, violación, maltrato físico, psicológico, emocional, que vivieron estas mujeres”.

De los 204 casos registrados, 85 por ciento fueron cometidos por un familiar cercano a la víctima.

El 35 por ciento de los feminicidios fueron cometidos con arma blanca y 24,5 por ciento con arma de fuego mienras que el 30 por ciento se debieron a golpes, estrangulamiento, ahorcamiento, ahogamiento o quemaduras.

Fuente: Pon fin a la violencia contra las mujeres

Datos y Cifras sobre femicidios en Argentina

- Hasta agosto de 2009, 121 mujeres fueron asesinadas por su condición de mujeres. Esto es, un 15% más que 2008, lo que arroja un alarmante promedio de una mujer ultimada cada dos días en Argentina en situaciones de “violencia machista”. (Fuente: Diario 24Con (Buenos Aires), entrevista a la ONG La Casa del Encuentro).

- 208 femicidios en 2008 y 82 en el primer semestre de 2009. 208 mujeres fueron asesinadas en 2008 en Argentina por la violencia sexista, en manos de sus maridos, parejas, amantes, novios, ex parejas, desconocidos que ejercieron violencia sexual, parientes, vecinos. Hasta el 30 de Junio de 2009, fueron asesinadas 82 mujeres y niñas. Según el informe parcial del primer semestre del año 2009 elaborado por el Área de investigaciones de la Asociación Civil La Casa del Encuentro. De todas formas, el monitoreo que ha realizado la Asociación Civil Artemisa Comunicación habla de 105 muertes de mujeres por su condición de mujeres en 2008. En tanto que Amnistía Internacional registró 81 asesinatos de mujeres entre enero y julio de 2009. Esto demuestra no sólo la falencia del Estado al no acopiar datos oficiales sobre esta problemática sino también la necesidad de un registro oficial. (Fuente: Casa del Encuentro, Artemisa Comunicación, Amnistía Internacional).

- Una investigación realizada por Amnistía Internacional (AI) de Argentina, destaca que cada dos días y medio una mujer muere como consecuencia de las agresiones de esposos y/o parejas. Esta investigación se basó en un seguimiento de los medios de comunicación . Según AI, estos datos no incluyen los casos de mujeres hospitalizadas por agresiones y que posteriormente fallecen. Tampoco los medios registran los suicidios que cometen aquellas mujeres por causa de la violencia conyugal. (Fuente: RIMA, junio 2008).

- La violencia femicida/feminicida, también se cierne sobre mujeres profesionales y/o pertenecientes a sectores medios acomodados. Este es el caso de Rosa Elvira Fridlmeier, de 44 años asesinada a balazos por Roberto Enrique Sparadi, vicecomodoro de la Fuerza Aérea. Rosa Elvira era también oficial aeronáutica. Los medios registraron el asesinato como un “crimen pasional” ocurrido durante una discusión de la pareja en un departamento de Retiro. (Fuente: Agencia TELAM, mayo 2008).

- Entre diciembre de 2007 y marzo de 2008, cinco mujeres fueron asesinadas en la provincia de Entre Ríos. Los asesinos:sus maridos y/o ex parejas. Dos ellas salvaron milagrosamente. En esa provincia no existen datos estadísticos que den cuenta de los casos de femicidios, ni tampoco sobre la cantidad de denuncias que se realizan por violencia doméstica y sexual. (Fuente: Periodismo social, abril 2008).

- Según una investigación realizada en Mendoza, entre enero y diciembre del año 2005, 22 mujeres fueron asesinadas por sus maridos, convivientes y novios. En el 31 po ciento de los casos los asesinos usaron armas de fuego. (Fuente: María Paula Vetrugno. “Pasión y muerte. Mujeres asesinadas en Mendoza, 2004-2005. Asociación Civil Espacios para el Proyecto Social, 2006).

- Entre enero a octubre de 2007, el número de femicidios/feminicidios, fue 47 en total, de ellos ocho se registraron en octubre en Buenos Aires-Tandil, Mendoza-Guaymayén, Santiago del Estero, Bajo Flores Villa 11 14 Capital Federal, San Martín-Villa Lynch, General Roca-Río Negro, Las Heras-Mendoza y Córdoba. (Fuente: Gabriela Barcaglioni. Artemisa Noticias).

- De acuerdo a un registro de la prensa argentina, hubo 56 femicidios/feminicidios en el año 2006; 38 en el 2005 y 34 en el 2004. (Fuente: Gabriela Barcaglioni. Artemisa Noticias).

- En la provincia de Buenos Aires, el 70 por ciento de los asesinatos de género ocurridos entre 1997 y 2003, fueron perpetrados por conocidos de las víctimas: maridos, amantes, convivientes y/o parientes. En total en ese período murieron violentamente mil 284 mujeres, la mitad bajo la acción de armas de fuego.(
Fuente: Femicidios e Impunidad. Centro de Encuentros Cultura y Mujer).

Fuente: Banco Datos Femicidios

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