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Nadine Gassman. Directora Regional de la Campaña del Secretario General “Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres”
En febrero de 2008, el Secretario General de las Naciones Unidas Ban Ki-moon emprendió su campaña «Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres», una iniciativa multianual encaminada a prevenir y eliminar la violencia contra mujeres y niñas en todas las partes del mundo. La campaña reúne a una serie de organismos y oficinas de las Naciones Unidas para impulsar la acción en todo el sistema de las Naciones Unidas con el objetivo de prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres.
Nadine Gassman, mexicana de origen afincada ahora en Brasil, es la persona encargada de coordinar esta iniciativa, que trata de aunar esfuerzos con los individuos, la sociedad civil y los gobiernos para poner fin a la violencia contra las mujeres en todas sus formas en América Latina y el Caribe y el mundo.
GI.-¿Cuáles son los avances más significativos para acabar con la violencia contra las mujeres en la región?
NG.-El más significativo es que el tema ya está en la esfera pública, ha salido de lo privado a lo público. Hemos logrado esto que era un desiderátum y una lucha de muchos años. Ahora tenemos a presidentas y presidentes adhiriéndose a la campaña del Secretario General, tenemos legisladores, artistas, deportistas… Es un tema del que hablan ya muchas personas y, sobre todo, es un tema del que hablan las mujeres con mucha mayor libertad. Y sabiendo, sobre todo, que hay una obligación del Estado de dar una respuesta.
GI.- Cada vez son más países que cuentan con leyes en esta materia, ¿hacia donde caminan estas legislaciones?
NG.-En la regiónha habido grandes avances en cuanto a implementación de legislaciones se refiere. Ahora no sólo tenemos convenciones internacionales dedicadas al tema, como la Convención Belem do Para, sino que el 97% de los países de la región tienen normas específicas sobre violencia. Se ha producido además una evolución legislativa que va hacia dejar de enfocarse exclusivamente en la violencia doméstica e intrafamiliar para trabajar por una vida libre de violencia hacia las mujeres. Este debe ser el objetivo porque no queremos seguir viviendo con violencia.
GI.- ¿Se puede dar respuesta a un fenómeno tan complejo sin contar con acciones planificadas desde el Estado?
NG.- La respuesta que dan los estados contra la violencia hacia la mujeres se ve reflejada, articulada en los planes nacionales. Nuestra propuesta es que en la región se cuente cada vez más con planes nacionales integrales, multisectoriales, que pongan en el centro las necesidades de las mujeres y que articulen la prevención con la atención.
GI.- ¿Estos planes deberían involucrar a otras instituciones del Estado además de los institutos de la mujer?
NG.- Estos planes nacionales son de todas y de todos, y no sólo son del mecanismo de las mujeres. Pero al mismo tiempo hay que dar el espacio, los recursos humanos y financieros a los mecanismos de las mujeres como los institutos, ministerios, o secretarias para que cumplan con su rol rector. Si lo que pretendemos en contar con planes nacionales integrales y multisectoriales, es fundamental la apropiación de otras instituciones. Es básico saber qué le toca hacer a educación, qué a salud, y otros para prevenir y atender la violencia contra las mujeres. Este es el gran desafío.
GI.- Pero estos planes son inviables sin asignación de recursos económicos, ¿se está destinando presupuestos específicos a este tema?
NG.- Al final de cuentas si reconocemos que erradicar la violencia contra las mujeres es un tema central para lograr el desarrollo sostenible y un imperativo para lograr los ODM, tenemos que invertir en estas acciones. Tenemos que poner los recursos donde estamos poniendo nuestras ideas.
Durante tres días representantes de gubernamentales de alto nivel de catorce países de la región debatieron en Panamá sobre los enfoques que sustentan estos planes, su vinculación con el marco legislativo vigente, los aprendizajes en torno a la coordinación interinstitucional, los resultados obtenidos, y el monitoreo y evaluación de los mismos. Organizado por la Campaña del Secretario General de las Naciones Unidas UNETE, la Oficina Regional de ONU Mujeres y el Centro Regional del PNUD este encuentro permitió mejorar las acciones para abordar la violencia contra las mujeres. “En este sentido, para la Campaña del Secretario General es central saber qué han hecho los países, cuáles son sus principales desafíos y como poder apoyar desde el Sistema de NN UU y la cooperación internacional esta visión y este trabajo que es un trabajo nacional”, afirma Gasmman.
GI.- ¿Es fundamental trabajar interagencialmente para contribuir a erradicar la violencia contra las mujeres?
NG.- La Campaña del Secretario General llama a este trabajo interagencial y reconoce que ninguna agencia por si sola puede tener un efecto significativo en poner fin a la violencia o en apoyar a los estados y la sociedad civil a ponerle fin. En la práctica hemos visto que el trabajo de agencias en conjunto hace que las metodologías sean más interesantes, que los abordajes sean más integrales, que las personas a las que podemos llamar y ser parte de los procesos sean también más ricas y variadas.
En ese sentido creo que todas ganamos, gana la calidad de lo que hacemos, gana el impacto y gana también la apropiación del trabajo que todas las agencias hacemos en conjunto.
GI.- ¿Es posible acabar con la violencia contra las mujeres en América Latina y el Caribe?
NG.- Erradicar la violencia contra las mujeres y las niñas es una responsabilidad de todas y de todos. Esto quiere decir que hay una responsabilidad personal, a nivel de las familias, de las comunidades, de las sociedades y de los estados, y a cada quien le toca hacer algo. Como dice el Secretario General, una promesa es una promesa, y nosotros hemos prometido construir sociedades libres de violencia para las mujeres y las niñas. Y eso necesitamos: mantener nuestra promesa.
Fuente: América Latina GENERA
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